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Me siento libre, grande y ganador

La historia de Iván Ramírez, Valiente con el dorsal 36, KOA Distance 2020

1. Ahora, tras ser un Valiente, ¿cuáles fueron tus fortalezas y debilidades que sentiste en cada uno de los tres días de KOA Distance?

I. Durante los tres días de KOA solo pensé en disfrutar. No soy bueno en nada, pero me defiendo en todo, natación, bici y correr. Eso lo tengo muy claro, así que mi mayor fortaleza es la cabeza, ser duro, saber mis limitaciones y siempre pensar en positivo. Pero la verdad que este año ha sido muy difícil, la cabeza no estaba para competir y sí que noté que la cabeza no me funcionaba como siempre. Así que solo pensaba que lo mejor de todo era lo bien que me lo estaba pasando y la suerte que teníamos de poder correr, ya que este año no parecía posible.

2. En esta aventura, te acompañaron tu mujer y tu hija. ¿Qué mensaje les lanzarías ahora, tras haber vivido la experiencia junto a ellas?

I. Durante KOA, mis dos amigos Borja y David me acompañaron como equipo que no me faltara de nada. Hicieron un trabajo magnífico. Pero la alegría de que mi mujer y mi hija vinieran durante los tres días también en coche detrás mío me hizo mucha ilusión. En las carreras largas, tipo maratón, Half o Ironman, no pueden verme casi, ya que los recorridos son largos y pasamos muy pocas veces, además está cerrado al público. Sin embargo, en KOA es diferente, estaban allí en todo momento, dando ánimos, dándome un bidón, acompañándome en cada metro del maratón, en bici, corriendo, siempre cerca. ¡¡¡Me encantó!!! Se nota que es una carrera diferente.

3. Días antes de enfrentarte a KOA Distance escribiste estas palabras en una de tus publicaciones de Instagram: “En mis manos está dar la vuelta a esta situación” y añades: “Sé cómo hacerlo, así que no queda otra que esforzarme y demostrarlo”. Durante los tres días de la prueba siempre nos regalaste la mejor de tus sonrisas, dándonos a todos una gran lección de vida. Te dejamos la siguiente frase y nos encantaría que siguieras la historia escribiendo unas líneas: Si la vida te trata mal la seguirás disfrutando dándolo todo porque…

I. …Todo pasará. Da igual que sea bueno o malo, todo lo que nos pasa no vuelve. Por eso, cada momento, cada día, cada minuto, cada segundo, disfrútalo. He aprendido a vivirlo todo, a disfrutarlo, a admirarlo… No sabes qué podrás hacer al día siguiente, así que vívelo al máximo, por si acaso. Siempre me dicen lo de la sonrisa, pero me sale sola, estoy contento por poder esforzarme, por poder correr, por nadar, pedalear, estar con amigos, viajar, una buena comida, estar en familia. ¿Qué es lo más importante? Todo. Todo es importante, un beso, un abrazo, unas pequeñas palabras, una dedicatoria, llorar, reír… ¿Alguien podría hacer un listado en orden de preferencia? Yo no, para mí todo es lo número 1. Lo que se hace en ese momento tiene que ser lo más importante, así que habrá que darlo todo.

4. Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los kms de la maratón del último día ¿Qué sientes?

I. Si cierro los ojos y vuelvo a sentir KOA, lo tengo claro, me siento libre. Me siento grande. Me siento ganador. Me siento querido, arropado. No somos mejores por acabar una distancia enorme nadando, en bici o corriendo, pero sí que podemos ser los mejores si el camino lo hemos disfrutado, si nos hemos esforzado y si encima, conocemos gente maravillosa. Por todo esto, yo me considero un ganador, pero no de carreras, sino de momentos. Gracias David por crear esta carrera.

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KOA es la carrera de la vida

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La historia de Chamba, Valiente con el dorsal 27, KOA Distance 2020

  1. Esta es tu tercera edición consecutiva en KOA Distance, como tú mismo contaste tras finalizar el primer día, “de sensaciones contrapuestas”. Ahora, tras analizar todo lo vivido ¿qué has aprendido?

Chamba: KOA Distance para mí es la carrera de la vida y en la vida aprendemos día a día y este año, la prueba ha sido diferente. Me he tenido que levantar muchísimas veces, cuando sabía que ya no podía estar compitiendo para estar arriba. KOA es una prueba donde el dolor es constante, donde las sensaciones de abandono, incluso cuando estás en las primeras posiciones, te hacen pensar en retirarte. Fue el primer día cuando, a parte de tener problemas con la bici, también me perdí… Lo más fácil hubiese sido abandonar, lo más cobarde… al fin y al cabo estoy en una prueba porque me gusta, porque me llena con lo que hago, soy feliz. Esta edición me ha enseñado, una vez más, que en la vida no tenemos que coger el camino fácil, que tenemos que escoger el que nos haga ser más fuertes, el que nos haga superarnos en el día a día. No hay que rendirse, hay que luchar por lo que cada uno ama.

2. El miedo y el volver a ser, el encontrarte a ti mismo. Conociendo tu historia, ¿cómo lograste superar a esa compañera tan poderosa como lo es la mente?

Ch: Una de las palabras que no uso y que no quiero que nunca esté en mi mente es tener miedo. Porque tener miedo a la vida lo único que me conlleva es a dudar de ella, a no saber enfrentar los problemas. El miedo es algo que nos lo creamos nosotros mismos, nunca debemos tener miedo a nada, porque es ese escalón tan alto que no superaremos nunca. Creo que he vivido en facetas de mi vida momentos con miedo y eso te hace frenar, no saber afrontar ese problema y no superarlo. En mi diccionario el miedo no está y así es muchísimo más sencillo afrontar los problemas, aunque superar a la mente no es algo fácil.

Tengo que decir que gracias a esta disciplina deportiva puedo ver la vida con otros ojos. Porque en el día a día, para esta prueba, ya no solo digo en competición, sino en los 365 días que entreno para ello, me surgen muchos problemas que tengo que superar. Esos grandes problemas se hacen pequeños y esos pequeños problemas ya no son problemas. Y es como tenemos esa capacidad de auto convencernos de hablar con nosotros mismos, de intentar comprendernos en situaciones que no hay comprensión.

Hubo un momento en la carrera y fuisteis partícipes… No encontraba ese instante dentro de mí y tuve que pensar fuera de mi mente. Yo siempre digo que primero tenemos que intentar agarrarnos a nosotros mismos, pero cuando no somos capaces de buscar nada positivo, tenemos que ir a por esa motivación extrínseca fuera de nosotros. Me agarro al por qué estaba allí y quiénes me rodeaban.

Como sabéis, iba muy solo y al final eso también cuesta, porque personas que te conocen, a lo mejor te lanzan una palabra… Y en el caso de ustedes fue esa motivación, esas muestras de cariño, esas palabras que al fin y al cabo se dicen de una manera que logran llegar a la persona, y que a mi me salvó. Porque, tengo que decirlo, el primer día fue muy jodido, me sentía demasiado solo, pero el segundo día el ir y venir de ustedes, el decirme esa palabra, con ese tono… Todo llega a la persona. Fuisteis vosotros los que hicisteis que me volviera a motivar, a sentir yo mismo y que volviera disfrutar. El segundo día fue increíble y el tercero, lo intenté todo, hasta un momento que reventé psicológicamente porque empecé a tener problemas. Fue una lucha constante. Me decía a mí mismo: voy a terminar, voy a conseguir eso a lo que he venido, que es sentirme libre y disfrutar de lo que tanto me apasiona.

3. En KOA, ya bien sabes la importancia de tu equipo, ¿qué cambió este año?

Ch: Este año iba solo con Nono, es la persona de más confianza, pero tengo que decir que me faltaban muchas personas. Al fin y al cabo, cuando compites en una disciplina de tanto tiempo, lo que intentas es centrarte en ti y que el resto haga lo demás.

¡No te preocupes de cuando no tengas esa motivación intrínseca! Porque vas a tener a alguien en el coche que te conoce muy bien, en el caso mi mujer, mi hijo, mi hija… Eso no lo tenía este año. Ya sabéis que con la COVID-19 ha sido, para todos, muy difícil llegar a esta carrera. Ustedes como organizadores lo habéis vivido, nosotros como deportistas también y el no llevar el equipo con el que estoy acostumbrado a ir, pues también ha sido un hándicap. Pero tengo que decir que le tengo que dar mil gracias a Nono por estar ahí haciendo todas las facetas que él no suele hacer, intentándolo ejecutar de la mejor forma posible. En la cuarta edición de KOA Distance espero que la pandemia nos deje llegar a todo el equipo, al equipo suficiente que me haga rendir al 200% y poder tener todo ese apoyo que es tan grande. Yo siempre digo que ya soy un afortunado por entrenar 365 días y ese día quiero que sea para ellos, porque lo dan todo para que yo rinda y consiga estar lo más alto posible. O porque simplemente supere el día de una competición como es KOA, tan dura y tan gratificante a la vez.

4. Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los km de la maratón del último día ¿Qué sientes?

Ch: Para mí hay una palabra que engloba todo esto, que es por lo que lo hago y lo que siento: libertad. Yo sé que no se puede entender al que lo ve desde fuera, porque algunos dirán que estoy zumbado o que soy un loco… ¡Pero es verdad! Cuando te encuentras a ti mismo, cuando haces algo que tanto amas, cuando estás disfrutando a la vez que estás sufriendo… yo lo que siento es libertad, que puedo tocar el cielo. Me da igual lo jodido que esté, al fin y al cabo estoy disfrutando, estoy encontrando esa felicidad. Libertad, así resumiría esta pregunta.  

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Todo pasó muy rápido

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La historia de Miki Barrero, Valiente con el dorsal 53, KOA Distance 2020

1. ¿Qué pasó por tu cabeza minutos antes de enfrentarte a la primera prueba de KOA Distance, los 5km en el agua? 

M. Buff…¡Muchísimas cosas! Fueron momentos de mucha tensión emocional. Ha sido un año muy difícil para todos. Todos hemos aprendido de la importancia de ser libres, del privilegio que tenemos de poder disfrutar de la VIDA, de sus experiencias, etc. Justo un año entero sin competir y ahí estaba invadido por el mismo cosquilleo y nerviosismo del primer día que debuté en un triatlón.

Miraba al horizonte, con aquella bonita estampa del sol amaneciendo en la playa de la Patacona y no aún me creía que estaba a punto de volver a competir.

Me acordé de mis padres que ya no los tengo conmigo, pero siempre están ahí. Pensé en mi mujer y mis hijos que esta vez no me habían podido acompañar. Visualicé todas las horas duras de entrenamiento, de incertidumbre, de desanimo por todas las competiciones canceladas y de repente escuché: ”Dorsal 53 Miki Barrero 10,9,8,7…..” ¡¡y ya no había vuelta atrás!! Sabía que iba a sufrir; el agua no es mi fuerte y este año prácticamente no había podido entrenar volumen. Empecé a correr por encima del agua y me dije: ¡Miki, disfrútalo!  

2. El segundo día está marcado por los 138km en bici, en los que, como ya bien sabes, después de superar los puertos de Alcublas, Montmayor, Almedíjar y Eslida, vuelves a reencontrarte con el Puerto de L’Oronet, pero tú reencuentro no fue el más deseado, tuviste un accidente. ¿Qué fue lo que te sucedió y en esos minutos, qué pasó por tu cabeza? 

M. Todo pasó muy rápido. Antes de coronar Eslida se me pasó por la cabeza decirle al equipo de cambiar la flaca por la cabra para afrontar el tramo de bajada y el enlace hasta la base de l’Oronet, pero finalmente decidí no hacerlo. Me notaba fuerte y decidí tirar a tope con la flaca. Llegando al tramo final de la carretera de servicio, justo un Km más o menos antes de llegar a la fatídica rotonda, el equipo me pasó con el coche. Teníamos previsto hacer el último avituallamiento pasada la rotonda antes de iniciar el tramo de enlace con el Puerto de L’Oronet. Iba acoplado y me despisté. Cuando me di cuenta tenía encima la curva cerrada a la derecha y en lugar de hacer un recto y entrar a la rotonda por detrás (no venía ni un coche), quise corregir la trayectoria y cuando me di cuenta me vi saltando por encima de la bicicleta. Ese momento lo recuerdo perfectamente y pensé que la carrera se acababa para mí. Ya en el suelo me levanté como un resorte y fui a coger la bicicleta. En ese momento llegó un coche y se paró. Yo mirando de reojo les dije si me podían ayudar, y sinceramente no me di cuenta ni fui consciente de que eran mis amigos hasta que no los ví allí intentando arreglar la cadena que se había enrollado en la patilla de cambio. Supongo, consecuencia del shock de la caída y los nervios y angustia del momento. Yo sólo quería subirme en la bici y continuar.

Ya subido en la bici de nuevo fui consciente que empezaba otra carrera muy diferente para mí. Tocaba acabar y defender la sexta posición. La esperanza de poder recortar minutos a los de delante se había desvanecido. El sillín del golpe se había bajado y era muy difícil pedalear sentado. Tuve que subir el Puerto de L’ Oronet pedaleando de pie. Recuerdo que el cardio me iba a tope. Ya no miraba wattios ni tiempo, sólo iba descontando Kms y mirando atrás para ver si venía alguien. Sabía que el dedo de la mano no tenia buena pinta, porque no me paraba de sangrar. La suerte es que la grasa que tenía en las manos escondía el alcance de la herida. Del dolor ni me acuerdo. La ganas de llegar me anestesiaron por completo.

3. Pese a tu accidente del segundo día, te pusiste las zapatillas para completar KOA Distance con la última prueba, el maratón y lo hiciste, lograste cruzar la meta. ¿Qué tres imágenes relatarías si tuvieras que describir el maratón en tres partes? 

M. La primera imagen la recuerdo antes de la salida en el Crossfit. Allí sentado, esperando a que dieran la salida, con dudas de si iba a ser capaz de soportar sobre todo el dolor de las costillas y de la rodilla. Había salido a calentar y las sensaciones no eran buenas, especialmente a la hora de respirar porque no podía hacer inspiraciones profundas. Tenía claro que iba a acabar aunque fuera andando, sólo por el respecto que me merecía la organización del KOA Distance y todos los Valientes que allí estábamos. Pero todos llevamos ese espíritu competitivo dentro y mi cabeza me dictaba que debía salir a competir y darlo todo con el objetivo de controlar la sexta posición de la clasificación.

La segunda imagen que tengo grabada es la de todas las muestras de cariño y ánimos que recibí de los Valientes y sus equipos, no sólo antes de empezar el maratón sino a lo largo del mismo. No recuerdo participante que no se cruzara conmigo y me diera un aliento de ánimo. Fue una sensación muy gratificante para mí, porque en el fondo sentía que se me estaba reconociendo el esfuerzo que estaba haciendo. Estos detalles son los que dan sentido a las locuras que hacemos y hacen grande al deporte.

La tercera imagen, por su puesto la de mi entrada en meta. Lo había vuelto a conseguir. Siendo fiel a mi lema “NEVER EVER GIVE UP”, allí estaba agarrando la cinta de Finisher de mi primer Half Ultraman. Recuerdo que me tiré al suelo con muchas ganas de llorar y de sacar la rabia acumulada. Había sufrido mucho en carrera, especialmente en la zona de la Albufera donde la zona de tierra y piedras no ayudaron a mis costillas.

4. Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los kms de la maratón del último día ¿Qué recuerdos tienes de KOA?

M. Tengo el recuerdo de una competición organizada desde el corazón y desde unos valores que te abducen y atrapan durante los tres días de competición. Tengo el recuerdo de una familia de Valientes que jamás olvidaré y que ya forman parte de mi círculo de colegas y amigos. Tengo el recuerdo de unos voluntarios fantásticos que se preocuparon de todos los detalles y nos mimaron durante toda la competición. Tengo el recuerdo de una experiencia que algún día quiero volver a VIVIR.

¡¡Gracias KOA!! ¡¡Gracias David!!

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No eres tú solo ante una prueba

La historia de Jesús Jaro, Valiente con el dorsal 51, KOA Distance 2020

Tu historia en KOA Distance empezó mucho antes de que la prueba arrancase, pues tu participación pendía de un hilo por la difícil situación que se vivía esos días en Madrid a causa de la COVID-19. ¿Qué pasaba por tu cabeza?

J. Una vez acabado el verano, la situación en Madrid al igual que en toda España cada día era más complicada y mi preocupación iba aumentando día a día. Las semanas previas a la competición tenía la sensación de si no estaba entrenando para nada. Los últimos días fueron duros psicológicamente, además del estrés que generan los preparativos (logística, llevar la bicicleta al taller, preparar la nutrición, etc.), se sumó todas las noticias que iban surgiendo de si se prohibirían los desplazamientos. Recuerdo noches antes de la prueba de no poder dormir por la preocupación de no saber si había entrenado durante tantos meses, para luego quedarme a las puertas. Hasta que no me vi el jueves por la tarde con el dorsal en mi mano, no pude empezar a concentrarme en lo que me esperaba al día siguiente.

Aun habiendo arrancado la prueba el viernes, tenía la preocupación de si Laura (mi pareja) iba a poder venir. Terminada la primera etapa, en la cima de La Frontera, sin apenas haberme bajado de la bicicleta le llamé para celebrar con ella, aunque fuese por teléfono, que había terminado. Nada más darle la noticia de que había finalizado, me dio ella a mí la noticia que entraba en Madrid el estado de alarma. No sabía si iba a poder desplazarse aun no estando en una zona confinada. Por suerte, pudo coger el tren y estar en las siguientes dos etapas conmigo.

Buscar una solución, incluso cuando parecía que no era viable. Ya lo acabas de adelantar en la primera pregunta, que llegaste a Valencia pensando que Laura, tu pareja, no podría acompañarte en esta aventura y finalmente fue así. ¿Qué significan para ti estas tres palabras que escribiste en una publicación de tu Instagram: Equipo – unión – suma?

J. Así es, tuve que ir a Valencia yo solo el jueves porque no me podía acompañar y con la situación que había en Madrid no sabía si iba a poder venir algún día.

Para mí las palabras equipo – unión – suma, son tres palabras que le dan el significado a mi vida en general y que extrapolo a este deporte. En una prueba como KOA cobran más sentido aun. No eres tú solo enfrentándote a una prueba de larga distancia, sino que dependes también de un equipo. Haces participes a los demás de tu sueño, con el sentimiento de unidad que genera ser un equipo sumando los esfuerzos de cada uno.

Además viniste a Valencia sin tu equipo de apoyo, ¿crees que eso condicionó tu participación en KOA Distance 2020?

J. Antes de comenzar la prueba pensaba que sí que iba a condicionarme mucho. En una prueba como KOA dependes mucho de tu equipo de apoyo, son tres días y muchas horas en la que tu equipo cobra mucha importancia a la hora de la nutrición, de guiarte en los recorridos, de apoyarte en los momentos de dudas que te puedan surgir….

Había planificado toda la prueba con mi equipo de apoyo para tenerlo todo atado cada día y con toda esta situación la semana de antes vi que no podrían estar conmigo. Estaba dispuesto incluso a participar en la prueba sin ningún tipo de ayuda, pero la organización me proporcionó un equipo al cual no puedo estar más agradecido. Los conocí la tarde previa al inicio de la prueba y desde el primer momento hicimos un gran tándem. En ningún momento me faltó de nada, la coordinación fue perfecta. Dudo que pudiera haber tenido un equipo mejor. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia ellos, sumado a que Laura pudo estar sábado y domingo hizo que todo fuese rodado. Gracias Vicent, Jonhy y Laura.

Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los kms de la maratón del último día ¿Qué recuerdos tienes de KOA?

J. De disfrutar de cada brazada, de cada pedalada y de cada zancada. Pero no solo de cuando estaba nadando, encima de la bici o sumando los kms de la maratón, sino de todo lo que rodea a KOA. Del trabajo de la organización y voluntarios, de los momentos previos a las salidas, de los rezos, de los momentos al llegar a meta cada uno de los días, de compartirlos con tu equipo y el resto de participantes…

Todavía un mes después se me ponen los pelos de punta recordando momentos de la prueba. Sin duda son recuerdos que se quedan grabados para toda la vida y me gustaría hacer crecer en el futuro.

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KOA es un abrazo

abrazo KOA

Si tuviésemos que escoger un gesto para definir KOA sería este, el abrazo.
Ese abrazo que ahora tenemos prohibido y que tenemos guardado en nuestro interior gritando que acabe esta situación.

KOA Distance es una prueba única, humana y familiar, llena de gestos, respeto, abrazos y solidaridad. Una prueba tan humana que antes de tomar la decisión ha contactado a todos los inscritos para contar con su opinión en estos momentos tan complicados que nos está tocando vivir. Una prueba que justamente pretende eso, ser una familia, una familia a la que ahora nos toca cuidar y poner a salvo.

Por ello, la organización ha decidido aplazar la prueba, la prioridad es la seguridad y salud de participantes, equipos de apoyo, voluntarios y organización. Las nuevas fechas son 9-10-11 de octubre 2020.

Para todos los que estamos involucrados en KOA ha sido una decisión difícil, hay mucho trabajo detrás de todo esto y estábamos listos al 100% para la realización de la prueba. Nos toca rehacer muchas cosas, del mismo modo que a todos nos toca replantear nuestras pruebas y nuestros planes de entrenamiento, pero continuar con la fecha inicial es insostenible debido a la situación que estamos viviendo.

Os esperamos en octubre para darnos todos los abrazos que estamos guardando estos días y celebrar que juntos hemos vencido este virus.
Ahora más que nunca, #sévaliente.

Descubre AHORA. El vídeo que hicimos para afrontar juntos esta situación.