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KOA es la carrera de la vida

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La historia de Chamba, Valiente con el dorsal 27, KOA Distance 2020

  1. Esta es tu tercera edición consecutiva en KOA Distance, como tú mismo contaste tras finalizar el primer día, “de sensaciones contrapuestas”. Ahora, tras analizar todo lo vivido ¿qué has aprendido?

Chamba: KOA Distance para mí es la carrera de la vida y en la vida aprendemos día a día y este año, la prueba ha sido diferente. Me he tenido que levantar muchísimas veces, cuando sabía que ya no podía estar compitiendo para estar arriba. KOA es una prueba donde el dolor es constante, donde las sensaciones de abandono, incluso cuando estás en las primeras posiciones, te hacen pensar en retirarte. Fue el primer día cuando, a parte de tener problemas con la bici, también me perdí… Lo más fácil hubiese sido abandonar, lo más cobarde… al fin y al cabo estoy en una prueba porque me gusta, porque me llena con lo que hago, soy feliz. Esta edición me ha enseñado, una vez más, que en la vida no tenemos que coger el camino fácil, que tenemos que escoger el que nos haga ser más fuertes, el que nos haga superarnos en el día a día. No hay que rendirse, hay que luchar por lo que cada uno ama.

2. El miedo y el volver a ser, el encontrarte a ti mismo. Conociendo tu historia, ¿cómo lograste superar a esa compañera tan poderosa como lo es la mente?

Ch: Una de las palabras que no uso y que no quiero que nunca esté en mi mente es tener miedo. Porque tener miedo a la vida lo único que me conlleva es a dudar de ella, a no saber enfrentar los problemas. El miedo es algo que nos lo creamos nosotros mismos, nunca debemos tener miedo a nada, porque es ese escalón tan alto que no superaremos nunca. Creo que he vivido en facetas de mi vida momentos con miedo y eso te hace frenar, no saber afrontar ese problema y no superarlo. En mi diccionario el miedo no está y así es muchísimo más sencillo afrontar los problemas, aunque superar a la mente no es algo fácil.

Tengo que decir que gracias a esta disciplina deportiva puedo ver la vida con otros ojos. Porque en el día a día, para esta prueba, ya no solo digo en competición, sino en los 365 días que entreno para ello, me surgen muchos problemas que tengo que superar. Esos grandes problemas se hacen pequeños y esos pequeños problemas ya no son problemas. Y es como tenemos esa capacidad de auto convencernos de hablar con nosotros mismos, de intentar comprendernos en situaciones que no hay comprensión.

Hubo un momento en la carrera y fuisteis partícipes… No encontraba ese instante dentro de mí y tuve que pensar fuera de mi mente. Yo siempre digo que primero tenemos que intentar agarrarnos a nosotros mismos, pero cuando no somos capaces de buscar nada positivo, tenemos que ir a por esa motivación extrínseca fuera de nosotros. Me agarro al por qué estaba allí y quiénes me rodeaban.

Como sabéis, iba muy solo y al final eso también cuesta, porque personas que te conocen, a lo mejor te lanzan una palabra… Y en el caso de ustedes fue esa motivación, esas muestras de cariño, esas palabras que al fin y al cabo se dicen de una manera que logran llegar a la persona, y que a mi me salvó. Porque, tengo que decirlo, el primer día fue muy jodido, me sentía demasiado solo, pero el segundo día el ir y venir de ustedes, el decirme esa palabra, con ese tono… Todo llega a la persona. Fuisteis vosotros los que hicisteis que me volviera a motivar, a sentir yo mismo y que volviera disfrutar. El segundo día fue increíble y el tercero, lo intenté todo, hasta un momento que reventé psicológicamente porque empecé a tener problemas. Fue una lucha constante. Me decía a mí mismo: voy a terminar, voy a conseguir eso a lo que he venido, que es sentirme libre y disfrutar de lo que tanto me apasiona.

3. En KOA, ya bien sabes la importancia de tu equipo, ¿qué cambió este año?

Ch: Este año iba solo con Nono, es la persona de más confianza, pero tengo que decir que me faltaban muchas personas. Al fin y al cabo, cuando compites en una disciplina de tanto tiempo, lo que intentas es centrarte en ti y que el resto haga lo demás.

¡No te preocupes de cuando no tengas esa motivación intrínseca! Porque vas a tener a alguien en el coche que te conoce muy bien, en el caso mi mujer, mi hijo, mi hija… Eso no lo tenía este año. Ya sabéis que con la COVID-19 ha sido, para todos, muy difícil llegar a esta carrera. Ustedes como organizadores lo habéis vivido, nosotros como deportistas también y el no llevar el equipo con el que estoy acostumbrado a ir, pues también ha sido un hándicap. Pero tengo que decir que le tengo que dar mil gracias a Nono por estar ahí haciendo todas las facetas que él no suele hacer, intentándolo ejecutar de la mejor forma posible. En la cuarta edición de KOA Distance espero que la pandemia nos deje llegar a todo el equipo, al equipo suficiente que me haga rendir al 200% y poder tener todo ese apoyo que es tan grande. Yo siempre digo que ya soy un afortunado por entrenar 365 días y ese día quiero que sea para ellos, porque lo dan todo para que yo rinda y consiga estar lo más alto posible. O porque simplemente supere el día de una competición como es KOA, tan dura y tan gratificante a la vez.

4. Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los km de la maratón del último día ¿Qué sientes?

Ch: Para mí hay una palabra que engloba todo esto, que es por lo que lo hago y lo que siento: libertad. Yo sé que no se puede entender al que lo ve desde fuera, porque algunos dirán que estoy zumbado o que soy un loco… ¡Pero es verdad! Cuando te encuentras a ti mismo, cuando haces algo que tanto amas, cuando estás disfrutando a la vez que estás sufriendo… yo lo que siento es libertad, que puedo tocar el cielo. Me da igual lo jodido que esté, al fin y al cabo estoy disfrutando, estoy encontrando esa felicidad. Libertad, así resumiría esta pregunta.