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No eres tú solo ante una prueba

La historia de Jesús Jaro, Valiente con el dorsal 51, KOA Distance 2020

Tu historia en KOA Distance empezó mucho antes de que la prueba arrancase, pues tu participación pendía de un hilo por la difícil situación que se vivía esos días en Madrid a causa de la COVID-19. ¿Qué pasaba por tu cabeza?

J. Una vez acabado el verano, la situación en Madrid al igual que en toda España cada día era más complicada y mi preocupación iba aumentando día a día. Las semanas previas a la competición tenía la sensación de si no estaba entrenando para nada. Los últimos días fueron duros psicológicamente, además del estrés que generan los preparativos (logística, llevar la bicicleta al taller, preparar la nutrición, etc.), se sumó todas las noticias que iban surgiendo de si se prohibirían los desplazamientos. Recuerdo noches antes de la prueba de no poder dormir por la preocupación de no saber si había entrenado durante tantos meses, para luego quedarme a las puertas. Hasta que no me vi el jueves por la tarde con el dorsal en mi mano, no pude empezar a concentrarme en lo que me esperaba al día siguiente.

Aun habiendo arrancado la prueba el viernes, tenía la preocupación de si Laura (mi pareja) iba a poder venir. Terminada la primera etapa, en la cima de La Frontera, sin apenas haberme bajado de la bicicleta le llamé para celebrar con ella, aunque fuese por teléfono, que había terminado. Nada más darle la noticia de que había finalizado, me dio ella a mí la noticia que entraba en Madrid el estado de alarma. No sabía si iba a poder desplazarse aun no estando en una zona confinada. Por suerte, pudo coger el tren y estar en las siguientes dos etapas conmigo.

Buscar una solución, incluso cuando parecía que no era viable. Ya lo acabas de adelantar en la primera pregunta, que llegaste a Valencia pensando que Laura, tu pareja, no podría acompañarte en esta aventura y finalmente fue así. ¿Qué significan para ti estas tres palabras que escribiste en una publicación de tu Instagram: Equipo – unión – suma?

J. Así es, tuve que ir a Valencia yo solo el jueves porque no me podía acompañar y con la situación que había en Madrid no sabía si iba a poder venir algún día.

Para mí las palabras equipo – unión – suma, son tres palabras que le dan el significado a mi vida en general y que extrapolo a este deporte. En una prueba como KOA cobran más sentido aun. No eres tú solo enfrentándote a una prueba de larga distancia, sino que dependes también de un equipo. Haces participes a los demás de tu sueño, con el sentimiento de unidad que genera ser un equipo sumando los esfuerzos de cada uno.

Además viniste a Valencia sin tu equipo de apoyo, ¿crees que eso condicionó tu participación en KOA Distance 2020?

J. Antes de comenzar la prueba pensaba que sí que iba a condicionarme mucho. En una prueba como KOA dependes mucho de tu equipo de apoyo, son tres días y muchas horas en la que tu equipo cobra mucha importancia a la hora de la nutrición, de guiarte en los recorridos, de apoyarte en los momentos de dudas que te puedan surgir….

Había planificado toda la prueba con mi equipo de apoyo para tenerlo todo atado cada día y con toda esta situación la semana de antes vi que no podrían estar conmigo. Estaba dispuesto incluso a participar en la prueba sin ningún tipo de ayuda, pero la organización me proporcionó un equipo al cual no puedo estar más agradecido. Los conocí la tarde previa al inicio de la prueba y desde el primer momento hicimos un gran tándem. En ningún momento me faltó de nada, la coordinación fue perfecta. Dudo que pudiera haber tenido un equipo mejor. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia ellos, sumado a que Laura pudo estar sábado y domingo hizo que todo fuese rodado. Gracias Vicent, Jonhy y Laura.

Cierra los ojos y visualiza que vuelves a estar nadando, encima de la bici y sumando los kms de la maratón del último día ¿Qué recuerdos tienes de KOA?

J. De disfrutar de cada brazada, de cada pedalada y de cada zancada. Pero no solo de cuando estaba nadando, encima de la bici o sumando los kms de la maratón, sino de todo lo que rodea a KOA. Del trabajo de la organización y voluntarios, de los momentos previos a las salidas, de los rezos, de los momentos al llegar a meta cada uno de los días, de compartirlos con tu equipo y el resto de participantes…

Todavía un mes después se me ponen los pelos de punta recordando momentos de la prueba. Sin duda son recuerdos que se quedan grabados para toda la vida y me gustaría hacer crecer en el futuro.

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