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Una mamá de larga distancia

sonia_lopez

Un artículo de Sonia López.

6:30 de la mañana, salto de la cama sin darme opción a plantearme si sí o no. Ejercicios de movilidad para activar mi maltrecho tobillo, tanque de café y en pocos minutos estoy en la calle.

El frío y la humedad se me meten hasta los huesos mientras espero que llegue la señal a mi reloj. La música me ayuda a no pensar, a no dejar que aparezcan las dudas o la pereza. Si algo me ha regalado la experiencia es saber mantener a raya a las excusas. Esas que pasan de manera ordenada por mi cabeza cada mañana al calzarme las zapatillas.

Como siempre el primer kilómetro se me hace eterno, después todo empieza a fluir. A partir de entonces mi energía y mentalidad se anclan en mis zancadas, en cumplir con mi sesión de entrenamiento, en disfrutar.

Sin duda una de las mejores cosas que he aprendido desde que soy corredora de fondo es a aprender a invertir mi energía en las cosas adecuadas, a entender que pensar en mí no es la mejor manera de quererme.

Sonia López. Una mamá de larga distancia.
Sonia López. Una mamá de larga distancia.

Cuidarme para poderme cuidar, ese es el secreto. No ha sido nada fácil entender que pensar en mí no es un acto de egoísmo. Cuando eres mamá de dos niños y profesional encontrar tiempo para ti se convierte en una ardua tarea. Es fácil que nuestro rol de madre nos aplaste, que el sentimiento de culpa te acabe limitando o que acabes aceptando que las madres debemos vivir siempre abnegadas o sacrificadas.

Mantener el equilibrio entre los demás y yo, robar tiempo al tiempo para poder mimarme, buscar ese momento del día donde puedo estar a solas conmigo misma con tranquilidad. Eso es lo que me regala a diario mis entrenos al alba. Conectar con mi interior, hackear mi estrés, mejorar mi salud emocional, energizarme. Parar para reflexionar, para soltar responsabilidad, para huir del agotamiento que vacía el vaso.

Entrenos de muchos kilómetros que me permiten conocer mis necesidades, que me empoderan, que me recuerdan que el trabajo, la perseverancia y la confianza deben ser siempre mis grandes aliados de viaje. Que me regalan tiempo para pensar, para decidir, para mantener mi centro de valores y sacar mi mejor versión. Que me convierten en el mejor ejemplo que mis hijos adolescentes pueden tener.

Si yo estoy bien los míos también lo estarán, ese es el mantra que me repito en cada uno de mis rodajes cuando mi mente me pregunta si tanto esfuerzo merece la pena. Porque ser protagonista de tu vida, proponerte retos no te convierte en una persona desinteresada ni egoísta sino en alguien feliz. Si somos capaces de disfrutar de la vida las personas a las que acompañas a diario también lo harán.

Quererte para poder querer, para poder educar desde la calma y la armonía, sin una carga mental que nos mantenga siempre en alerta o malhumoradas. El deporte me carga de positivismo y potencia mi autoconocimiento, me ayuda a desafiar mis propios límites y llena mi vida de ilusión y nuevas oportunidades.

Ojalá todas las mamás fuésemos capaz de cuidarnos, de respetarnos, de enseñar a nuestros hijos la importancia de marcarnos retos en la vida. Entender qué ocuparnos de los demás no significa despreocuparnos de nosotros mismas.

Un artículo en colaboración con Sonia López.

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KOA es un abrazo

abrazo KOA

Si tuviésemos que escoger un gesto para definir KOA sería este, el abrazo.
Ese abrazo que ahora tenemos prohibido y que tenemos guardado en nuestro interior gritando que acabe esta situación.

KOA Distance es una prueba única, humana y familiar, llena de gestos, respeto, abrazos y solidaridad. Una prueba tan humana que antes de tomar la decisión ha contactado a todos los inscritos para contar con su opinión en estos momentos tan complicados que nos está tocando vivir. Una prueba que justamente pretende eso, ser una familia, una familia a la que ahora nos toca cuidar y poner a salvo.

Por ello, la organización ha decidido aplazar la prueba, la prioridad es la seguridad y salud de participantes, equipos de apoyo, voluntarios y organización. Las nuevas fechas son 9-10-11 de octubre 2020.

Para todos los que estamos involucrados en KOA ha sido una decisión difícil, hay mucho trabajo detrás de todo esto y estábamos listos al 100% para la realización de la prueba. Nos toca rehacer muchas cosas, del mismo modo que a todos nos toca replantear nuestras pruebas y nuestros planes de entrenamiento, pero continuar con la fecha inicial es insostenible debido a la situación que estamos viviendo.

Os esperamos en octubre para darnos todos los abrazos que estamos guardando estos días y celebrar que juntos hemos vencido este virus.
Ahora más que nunca, #sévaliente.

Descubre AHORA. El vídeo que hicimos para afrontar juntos esta situación.

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Descubre L’Oronet

Puerto de L'oronet

La Firma Valenciana: L’Oronet. La Ruta de KOA Distance

Era la recta final, solo hacía falta un último esfuerzo para coronar la cima del día más duro de la prueba, el segundo. Su espectacular paisaje, lleno de vegetación, y la promesa de ser un valiente alentaban el camino de uno de los puertos obligatorios para todo ciclista que llega a Valencia.

Puerto de L’Oronet Sur. Rafa García en el día 1.

En el corazón de la Sierra Calderona, se alza L’Oronet. 

Para los participantes de KOA Distance el paso por este puerto tienes dos etapas. El primer día se sube por la vertiente sur de la montaña. Durante el recorrido se atraviesa la localidad de Serra, siendo este uno de los puntos fuertes de la subida, alcanzando el 11%, pero se suaviza tras salir del municipio. A partir de ahí, solo quedan 3km de los cuales 1,5 km son alrededor del 5% y los últimos 1,5 km casi al 7% hasta llegar a la cima. A continuación, durante este primer día, se desciende por la cara norte del puerto para enlazar con el temido Puerto de La Frontera.

Durante el segundo día, el más retador de la prueba, después de superar los puertos de Alcublas, Montmayor, Almedíjar y Eslida, se afronta de nuevo el Puerto de L’Oronet, esta vez por el lado norte, desde Torres-Torres. Subida más larga pero más cómoda, de menos de 6 km y un desnivel medio de 5%, con un máximo de 9%, donde el mayor enemigo puede ser el calor, por la falta de sombra en los últimos kilómetros dado que esta parte del recorrido coincide con las horas centrales del día. Finalmente, una explanada al lado del emblemático Bar del mismo nombre que el puerto, da la bienvenida a cada uno de los valientes que logran cruzar la meta del segundo día. Durante las 3 ediciones que ya hemos celebrado, el 25% de los valientes han llegado fuera de tiempo o no han acabado esta etapa. Sin duda, la piedra de toque de nuestra prueba, el día 2.

l'oronet
Puerto de L’Oronet Norte, Chamba llegando a meta en el día 2.

Por ambos lados L’Oronet es un puerto tendido, de leves pendientes, una altitud de 493m con buenas vistas y vegetación, lo que probablemente lo convierte en el puerto más transitado de la Comunidad Valenciana. Si se desea ubicarlo solo hay que saber que se encuentra al lado del Garbí, la montaña más alta de la zona, visible desde el Mediterráneo.

Una propuesta ideal para ciclistas de todos los niveles.

Desde los más amateurs, hasta el propio Alberto Contador han cruzado sus bicicletas por esta montaña. De hecho, en el 2.017 fue incluida en la 6ta Etapa de La Vuelta de España, lo que pone de manifiesto su importancia dentro de la cultura ciclista nacional. 

Cabe destacar que es ideal tanto para pedalear como correr y no solo ciclistas de asfalto disfrutan de sus paisajes, quienes practican ciclismo o carreras de montaña también encuentran en L’Oronet un aliado que no les dejará indiferentes.

Puerto de L'oronet
Bajada de L’Oronet Norte, Miguel García en el día.

Así que nada puede generar dudas. Si vienes a Valencia, tienes una cita obligatoria por su puerto insignia, L’Oronet. El único puerto que se sube dos veces en KOA distance, una vez por cada lado y en días distintos.

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Así nació KOA Distance

Así nació KOA Distance

Así nació KOA Distance. La distancia de los valientes.

Lo que sucedió antes de la idea

Si nos preguntas, tanto a Miguel Ángel como a mí, (habla David Baldoví) te diremos que la idea nació un sábado de abril de 2016, probablemente el 16 o 23 de abril, pedaleando por la Sierra Calderona. Pero si realmente reflexiono y me tomo tiempo para contestar esta pregunta, echaría la vista más atrás.

Así nació KOA Distance

Echaría la vista atrás y viajaría hasta Hawaii, justo en noviembre 2015. Allí y en esa fecha Miguel Ángel se enfrentaba al Ultraman World Championship, después de clasificarse para ello en Florida en febrero de ese mismo año. Yo tuve la suerte de acompañarlo a Hawaii, junto a Cristian Contador y Carlos Ferrando, fisioterapeuta y nutricionista, amigos en común y colaboradores de KOA Distance.

Allí, en Hawaii, sin darnos cuenta, estábamos viviendo una experiencia extradeportiva que en verdad no fuimos a buscar. Nos enamoró la isla, nos enamoró la distancia, pero sobre todo nos enamoró el espíritu y la camaradería que se vivía en aquella prueba.

Los participantes se animaban unos a otros, se deseaban suerte antes de empezar, se daban consejos y trucos, se abrazaban al llegar a meta. No importaba el idioma, la nacionalidad, la raza o la condición física, allí cada uno de los participantes iba a cumplir su objetivo, el de superarse a sí mismo.

Nos fascinó también el espíritu de equipo. Todos y cada uno de los miembros de cada uno de los equipos de apoyo estaban allí para ayudar, tanto a su deportista como al resto de participantes. Recibíamos consejos, ayuda y cualquier cosa que necesitáramos. De nuevo no importaba la raza o la religión, solo importaba que todos cumplieran su sueño.

Y por último nos enamoró el carisma y la sencillez de la organización. Capitaneados por la entrañable Jane Bockus, cercana y sencilla. Para ellos el objetivo estaba claro, la seguridad de los deportistas era lo principal.

Koa distance miguel angel tortajada
Miguel Ángel Tortajada, en el primer año de KOA Distance, 2017.

Al volver de este viaje interiorizamos muchas cosas. Creíamos que lo principal había sido descubrir por qué hacemos las cosas que hacemos y qué buscamos en el deporte de larga y ultra distancia, pero, sin darnos cuenta, también habíamos absorbido un estilo de prueba muy singular.

Entonces sí, cuando fuimos conscientes de todo ello, Miguel Ángel tuvo la estúpida idea de montar el primer medio Ultraman del Mundo. Entonces sí, en una salida en bici, de las que podemos hacer cualquier sábado y acabando en Che Bici, la tienda de nuestro amigo Gus, mecánico de KOA Distance, tomando un bocata y una cerveza, surgió la idea.

Allí estábamos varios compañeros, la mayoría nos dijeron que ni lo intentáramos, que era una locura, que quienes éramos para montar algo sin experiencia, que era una idea sin sentido… yo me quedé callado, escuchando a todos y pensando.

Esa misma tarde llamé a Miguel Ángel, le dije que yo si veía la idea y que podíamos probar a darle forma. Solo le puse una condición, si lo hacíamos lo haríamos bien, sin prisas, sin modas, pero siempre bajo la premisa de disfrutar del camino.

Koa distance david baldovi
David Baldoví, en el primer año de KOA Distance, 2017.

Acabo de leer el primer correo que nos cruzamos sobre este tema y la verdad me he emocionado, lo mejor de todo es que lo hemos hecho todo como lo planteamos. Ha sido sencillo, pues el entendimiento fue mutuo y lo sigue siendo.

Así que nos pusimos manos a la obra, nos veíamos los domingos por la tarde, en el bar al que teníamos costumbre de ir, de hecho, seguimos haciéndolo igual. Nos tomábamos un par de cervezas e íbamos avanzando y comentando. A los pocos días estábamos de acuerdo en crear una prueba humana, familiar, única y original.

Pensaba que ese viaje a Hawaii, sin quererlo, fue el origen de KOA Distance. Pero no, me he puesto a recordar y creo que hay un momento anterior donde surgió la semilla, esta vez sí y rotundamente sí, sin saber lo que vendría.

David y Miguel Ángel, en el evento de clausura de la primera edición, abril 2017.

Miguel Ángel acababa de llegar de Ultraman Florida, febrero 2015, yo lo conocía solo medio año. Y celebró con una fiesta su cumple y su hazaña de acabar el Ultraman. Esa noche, después de varias copas y muchas risas me dijo una frase: “Algún día tu y yo tenemos que montar algo”.

Un artículo de David Baldoví.